Continuación de poema en tres tiempos

II
Rostros.

Tu rostro, desapareció.
Ayúdame:

Las palabras no dicen ya nada,
son sólo sonidos, las acciones hablan realmente
Duele esa sangre, ese chillido,
La gente enmudece...
Tienen las manos manchadas,
no tienen alas, como los pájaros,
Para volar por los cielos.
¿Dónde está tu rostro?

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