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Mostrando las entradas de enero, 2005

Líquida

Sin saberlo, me escurrí por piel hasta llegar a entrar entrar por tu boca que me recibió como una aspiración. "Déjame sentirte mía", te escuché. Filtrada a través de tu boca te he invadido, Me alojo en tus blandos pulmones, en las huellas de tus pies, en la espesura de tu cabello, en la densidad de tu sangre, en la membrana de tus células, en la médula de tu ser. No soy tuya, nunca lo fui, te engañé, te quería para mí. Tú eres de mí y nada lo puede cambiar...

Onírico

Anoche roce un sueño y tú decías "Eternidad"

La manzana

Y Eva dió a comer la manzana a Adán y éste la comió. Cuando Dios se encontró con ellos con una mueca de burla les dijo: "Sí, estaba podrida."

ÁRBOLES DESPEINADOS

Estan rosados rosados los robles. Rosado rozado está mi corazón. En la herida de la temporalidad te guardo. Te alojo en mis pulmones con el aire de la respiración. Los vientos alisios los despeinan los árboles. Yo me descalzo ando por las flores rosadas como si así lograra el polen la sustancia para dejar detenido el gesto que te acerca con el que me llamas. Convocada por los vientos en el volcan me yergo te invito a este mundo de jaguares este mundo de helechos este mundo tendido que mira y se entrega abierto en lagos y veredas oscuras cubierto de musgo mirando -mira que nos está mirando el mundo este mundo de arboles-. A ritmo de robles se hacen preguntas. Me oculto de faunos ninfas infancias que vuelven una y otra vez a buscarme con sus flautas, sus risas seductoras. Me escondo en el volcán. suspiro palabras que no logran desprenderse de mi aire interior palabras que tendríaas que descifrar como piel insospechada que repentina se convierte en

Continuación de poema en tres tiempos

II Rostros. Tu rostro, desapareció. Ayúdame: Las palabras no dicen ya nada, son sólo sonidos, las acciones hablan realmente Duele esa sangre, ese chillido, La gente enmudece... Tienen las manos manchadas, no tienen alas, como los pájaros, Para volar por los cielos. ¿Dónde está tu rostro?

Por si acaso

Si es que existe: ¡Dios nos libre de morir intestados!

Poema a destiempo en tres perspectivas

I Palabras. Tu rostro, desapareció. Ayúdame: Con un chillido los pájaros cruzan el cielo. El dedo en la llaga, y no siento el dolor. La gente calla, ¿porqué ya no puedo llorar? Mi sangre duele de tanto correr. Siento que no hay más.

Para tí

Procuraré no olvidarte. Tú no me olvides, te espero de visita, de ser posible esta noche. Te encontré por error, ansío no perderte. Tuve un alter-ego que llevaba tu nombre. Ahora yace sepultado en la escoria de bytes y megabytes que no desperté jamás. No olvides visitarme, te esperare con ajenjo y medias de seda.

Inicio

La oscuridad del norte se alberga en mis oídos, en mis huesos suaves, blandos se ha filtrado la clara lluvia de enero. Hay mucha luz escurriendo por mis pupilas...