Eras un dios, lo recuerdo: de una noche a otra, en una esquina de mi cuerpo, escribiste tu deseo, en un pliegue de mi piel, grabaste una oración y en la espesura de mi cabello dejaste tu memoria. Olvidaste, mas no yo… Pero lo que viene después se le llamó Historia.
Estan rosados
rosados
los robles.
Rosado
rozado
está mi corazón.
En la herida de la temporalidad
te guardo.
Te alojo en mis pulmones
con el aire de la respiración.
Los vientos alisios los despeinan
los árboles.
Yo me descalzo
ando por las flores rosadas
como si así
lograra el polen
la sustancia para dejar detenido
el gesto que te acerca
con el que me llamas.
Convocada por los vientos
en el volcan me yergo
te invito a este mundo de jaguares
este mundo de helechos
este mundo tendido
que mira y se entrega
abierto en lagos y veredas oscuras
cubierto de musgo
mirando
-mira que nos está mirando el mundo
este mundo de arboles-.
A ritmo de robles
se hacen preguntas.
Me oculto de faunos ninfas infancias
que vuelven una y otra vez a buscarme
con sus flautas, sus risas seductoras.
Me escondo en el volcán.
suspiro palabras que no logran desprenderse
de mi aire interior
palabras que tendríaas que descifrar
como piel insospechada
que repentina se convierte en ...
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Saludos Diva.